Último volumen de la Codificación Espírita, publicado en enero de 1868, el libro "La génesis: los milagros y las predicciones según el Espiritismo", como indica el título, aborda tres temas diferentes, a saber: "La Génesis del Universo, de nuestro orbe y del ser humano", la naturaleza de los Milagros y, por fin, el fenómeno de las Predicciones, todos analizados según el Espiritismo y agrupados en un volumen que, con los años, pasó a ser más conocido como " La Génesis".

Las demás obras de la Codificación fueron organizadas y comentadas por Allan Kardec, pero podemos decir que "El Génesis", a excepción del capítulo VI - Astronomía General, es de su autoría.

El libro aborda inicialmente la cuestión, en la época delicada, dada la reacción de los sectores refractarios a la naciente doctrina, del carácter y de la validez de la revelación espírita. En lugar de tratar del asunto en un prefacio, Allan Kardec optó por promoverlo merecidamente como tema del primer capítulo, "Fundamentos de la Revelación Espírita", concediendo al tema el estatuto de lectura obligatoria, dada su importancia para el esclarecimiento de los fundamentos de la doctrina.

A través de doce preguntas que se proponen y luego se responden con claridad, suavidad y lógica irrefutable, se pone fin a esta cuestión, hasta entonces controvertida, del origen, la naturaleza y la validez de la Doctrina de los Espíritus.

El Génesis propiamente dicho se aborda a partir del capítulo II y, digamos, comienza por el principio, estudiando a Dios, poder soberano del Universo y causa primera de todo y de todos, en cuanto a su existencia y atributos, poniendo en evidencia una cualidad suya muy querida por todos nosotros, la de que "Dios es soberanamente Justo y Bueno". En los puntos que siguen, se discuten los posibles mecanismos de su providencia, culminando con el análisis de la siempre fascinante posibilidad (o no) de poder "verlo".

Y el Génesis continúa en el capítulo III con la cuestión del bien y del mal, remitiéndonos a los dominios filosóficos de la ética en el análisis de su causa y manifestación, así como en su diferenciación de la inteligencia y el instinto, y cierra el capítulo abordando el hecho siempre intrigante, reconociendo la infinita justicia y bondad del Creador destacada en el capítulo II, de la destrucción de los seres vivos entre sí.

En el capítulo IV, Kardec da justa relevancia a la contribución de la Ciencia al progreso de la Humanidad y continúa en el capítulo V, "Sistemas antiguos y modernos del mundo", analizando la evolución de nuestra visión del mundo, desde la antigua creencia de una Tierra plana hasta el multiverso actual.

En el portentoso capítulo VI, donde se menciona al médium Camille Flammarion como destinatario de comunicaciones del Espíritu llamado Galileo, nos entretiene con bellas consideraciones sobre el Universo, el espacio y el tiempo, la unidad del principio aliada a la infinita diversidad de las manifestaciones, conceptos todos que siguen siendo hoy más que actuales.

En el capítulo VII, "Bosquejo geológico de la Tierra", hace un estudio detallado de la formación y evolución de nuestro planeta, continuando en los dos capítulos siguientes con las "Teorías relativas a la formación del mundo" y las "Revoluciones del globo".

Y entrando en el hermoso capítulo X, aborda la cuestión última del surgimiento y la evolución de la vida, introduciendo el concepto, hoy consagrado, del principio vital, y abordando también a lo largo del texto la querella científica, en su momento más que controvertida, de la biogénesis (la teoría consagrada que defiende que todo ser vivo procede de otro ser vivo) frente a la generación espontánea (la teoría -hoy completamente superada- que proponía que los seres vivos podían "surgir" de la materia inorgánica), embrollo que sólo se cerró tras su fallecimiento, y que le llevó, muy sabiamente, a pedir a la posteridad que dijera la última palabra sobre el tema.

Allan Kardec cierra este Capítulo estableciendo un vínculo muy importante entre las ciencias físicas y la Doctrina Espírita, afirmando: "Dado el punto en que nos encontramos en relación con el Génesis, el materialismo se detiene, mientras que el Espiritismo prosigue sus investigaciones en el campo del Génesis espiritual".

Y así, nos introducimos en el Capítulo XI, revelando a nuestros ojos embelesados la génesis del Espíritu, sólo posible a través de las revelaciones de la Doctrina Espírita, ampliando el conocimiento humano más allá de los dominios de la materia densa, a través de la contribución de la Humanidad en la erraticidad, tratando de asuntos de gran importancia para todos nosotros, como la naturaleza del principio espiritual y el proceso de reencarnación, entre otros.

Y "El Génesis" termina en el capítulo XII, "Génesis Mosaico", comparando el texto bíblico con las teorías científicas, y analizando los episodios narrados en el mito de Adán y Eva, con conclusiones que constituyen verdaderas joyas del intelecto humano. Al final, rinde justo culto al Espiritismo "como la luz a través de la cual el hombre sabe de ahora en adelante de dónde viene, adónde va y por qué está en la Tierra y por qué sufre".

En el capítulo XIII analiza la naturaleza de los Milagros, seguido del importantísimo capítulo XIV, "Los Fluidos", estudiando su naturaleza, aplicación y manifestación, fundamentando científicamente los fenómenos mediúmnicos, para luego, en el capítulo siguiente, y a la luz de estos conocimientos, analizar los "milagros" practicados por Jesús.

A partir del capítulo XVI, se aborda la cuestión instigadora de la capacidad de predecir, de anticipar lo que llamamos futuro, es decir, la cuestión de la presciencia, para, del mismo modo que en el cuaderno de los milagros, analizar también en el capítulo que sigue. sigue y a la luz del marco teórico presentado, las predicciones de Jesús.

Y, convenientemente en el último capítulo del libro, "Los Tiempos Están Aquí", se hace un estudio de la relevante cuestión de la transición planetaria, tema de singular relevancia, discutiéndose la necesidad de una renovación de la Humanidad, sustituyendo los espíritus aún recalcitrantes en el mal por otros que contribuyan, junto con los que permanecen, a la elevación de nuestro planeta de un mundo de pruebas y expiaciones a un orbe regenerado, proceso que está en pleno desarrollo.

En 1995 fui invitado por nuestro querido y fallecido Altivo Carissimi Pamphiro, entonces Presidente del Centro Espírita León Denis, en Río de Janeiro, a revisar los temas científicos de "El Génesis", que después de 137 años estaban algo desfasados. El trabajo se llevó a cabo mediante notas a pie de página y, en su caso, con la inserción de imágenes, tablas y gráficos, revigorizando "El Génesis" para deleite de los lectores del siglo XXI. El libro revisado fue publicado por la Editora CELD en 2003 y ya va por su tercera edición.²

Así, termino este "vuelo de pájaro" por el Génesis, donde esbocé algunos aspectos de esta bella obra, digna de la grandeza espiritual de su autor, diciendo: La leí, la reseñé y... la recomiendo.

Buena lectura.

Un abrazo fraterno a todos,

Claudio Lirange Zanatta³


Únete al Programa Guardianes de la Humanidad

¹ Crédito: Publicado originalmente en la Revista Cultura Espírita, del Instituto de Cultura Espírita do Brasil-ICEB, p. 12-13, edición de enero/2012.

² KARDEC, Allan. La génesis: milagros y predicciones según el Espiritismo. Traducción de Albertina Escudeiro Sêco; revisión técnica, actualización de términos técnico-científicos y ampliación con ilustraciones: Cláudio Lirange Zanatta. Río de Janeiro: CELD, 2005.

³ Cláudio Lirange Zanatta es Piloto, Ingeniero, Espiritista Expositor y Revisor de la obra La Génesis

Nuestros mejores artículos, entregados semanalmente
Inscríbase ahora y amplíe sus conocimientos sobre el mundo multidimensional
Inscríbase ahora y amplíe sus conocimientos sobre el mundo multidimensional