JUSTICIA Y PAZ

Ante la realidad que nos rodea en tiempos de pandemia, en medio de la guerra espiritual en curso y considerando las innumerables luchas enfrentadas en las dimensiones adyacentes a la esfera física, no olvidemos las repercusiones vibratorias que surgen en las actividades, tareas y en las posiciones de vanguardia. Debemos estar atentos a los ataques de las fuerzas opuestas al progreso, seamos agentes o instituciones y grupos que representan valores nobles y, por eso mismo, constituyen los estandartes de una nueva era. Especialmente en medio del aparente caos, intrínseco a un periodo de transición, permanezcamos vigilantes. Tales ataques, a menudo urdidos por expertos estrategas - competentes delegados de los poderes que se oponen al desarrollo y la evolución del ser humano - se perpetran en todos los frentes posibles. ¡No nos descuidemos!

En todos los ámbitos de la esfera humana, conviene recordarlo, suelen ser los espíritus quienes los dirigen.(1) De este modo, es urgente que nuestros representantes en el mundo redoblen su atención.

Las familias, las instituciones y las personas difícilmente pasarán indemnes por una batalla o una guerra. Todos están o estarán afectados en alguna medida; todos sufrirán los impactos de este momento de grandes movimientos energéticos. La situación podría ser aún más difícil antes de mejorar.

La atmósfera psíquica del mundo está en plena revolución, al igual que las corrientes de pensamiento. Los habitantes de las otras dimensiones de la vida han estado en alerta máxima.

Estemos atentos a las distracciones durante la batalla; no perdamos de vista la fe que nos sostiene y la certeza de que contamos con apoyo. Tormentas de información y desinformación asaltan a los habitantes del mundo; a menudo pueden aturdir a los agentes de la justicia y la misericordia. Sacudámonos el polvo de la discordia, la desilusión y la desesperanza y centrémonos en el mensaje y la llamada que nos han unido y nos han mantenido alejados del naufragio espiritual hasta ahora.

Somos soldados de Cristo llamados a enfrentarnos a los poderes del mundo y a las fuerzas de las tinieblas. El planeta se ha convertido en un campo de batalla. Gog y Magog(2) se unen para el gran día del conflicto.(3)

Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado, porque hoy las armas que utilizan para combatir, la guerra espiritual, están dentro de casi todos los hogares del planeta. Me refiero a Internet y a los medios de comunicación de masas, elementos utilizados al máximo en esta guerra del siglo XXI, que está en pleno apogeo. Esto ya se ha dicho y reiterado en los libros que se os entregaron.(4)

Nunca olvides el hecho de que todos somos humanos y, como tales, todo lo que hacemos lleva el sello de la imperfección, desde lo material hasta lo espiritual. Por lo tanto, enfócate en los logros y transformaciones, mucho más que en los errores e imperfecciones. Es aconsejable que no exijas de ti mismo y de los demás aquellos atributos que aún no tienes, ni la excelencia en los resultados que, por el momento, no eres capaz de alcanzar. Debe quedar claro que ni el trabajo realizado por usted ni el trabajador están exentos de errores. Esto les ayudará a desarrollar una mayor comprensión y tolerancia mutuas.

No olviden que ustedes, los llamados a representar a Cristo, serán blanco de estas fuerzas y energías que se oponen al progreso y a la evolución. Estén atentos a los ataques que pueden perturbar su fe, minar su confianza y sabotear el entramado que tanto les ha costado conseguir. Recordad la advertencia que se os dio anteriormente: nosotros, los guardianes, retendríamos los vientos del planeta durante un breve periodo de unos pocos años. Ahora es el momento para el que fuisteis preparados y también llamados a prepararos.

Puesto que estamos en guerra, no ignoremos el hecho de que quienquiera que esté en el frente, exponiéndose -tanto personas como instituciones, ya sea en la esfera política o social, ya sea en la religiosa y espiritual-, todos se convierten en objetivos de fácil identificación. Por tanto, mucho cuidado con la principal baza de esta guerra, el arma que más daño puede desencadenar: internet y los medios de comunicación en general. Sobre todo, la prisa, la euforia y la ignorancia que es capaz de infundir.

Ten cuidado, ten mucho cuidado con las preguntas que puedan llevarte a dudar de lo que siempre ha sido la base de tu fe. Desconfía de perder la concentración en el objetivo que tienes ante ti y de los objetivos contradictorios. Todos nos referimos, con la debida urgencia, a la necesidad de rezar más y de velar siempre.

Ten en cuenta que si te divides o si pierdes la liga de la fe, la certeza y el coraje que te unen, ya le habrás dado la victoria al enemigo. Un reino dividido nunca prosperará.(5)

Vuelvo a insistir: paralelamente a las acciones, a las necesidades de adaptación o a los cambios de estrategia, acuérdate de rezar. La oración fortalecerá inmensamente a quienes levanten el estandarte de Cristo y la espada de Miguel.(6)

Sepan que nosotros, los inspiradores de la obra y cada uno de ustedes, no esperamos la perfección humana ni siquiera en los logros. Sin embargo, no nos conformemos con poco. Sigamos corrigiendo, adaptando, mejorando y perfeccionando en la medida de lo posible, conscientes de que nuestras propias palabras deben ser analizadas, así como los métodos, el contexto y los resultados de la obra.

En una guerra, incluso de naturaleza espiritual, estar centrado es fundamental. Además, la fe es indispensable y el valor de perseguir uno de los valores más preciados. Cuidado, no abandonen sus posiciones y, con el pretexto de querer golpear y exigir golpes a quienes son tan humanos como ustedes, acaben pasándose al bando enemigo. Cuidado, mucho cuidado con los juicios y las acusaciones. No tenemos toda la verdad.

Permaneced confiados en que os apoyamos y permanecemos juntos, confiados en que nuestro General permanece firme con nosotros, por delante de la batalla y de los acontecimientos. Dependerá de vosotros, de nosotros, permanecer con Él, dondequiera y cuandoquiera que tenga lugar la lucha, utilizando las armas espirituales contra las fuerzas del mal que merodean por el campo de los hombres y las filas del bien. Tened la seguridad de que vuestros seres queridos no están solos.

¡Justicia y paz!

- JAMAR

de la mano de Robson Pinheiro

Belo Horizonte, 28 de abril de 2020.


1 Véase KARDEC, Allan. El libro de los espíritus. Brasília: FEB, 2013. Libro electrónico. Ítem 459.

2 Véase Ez 38:18; Ap 20:8.

3 "Porque son espíritus de demonios, que hacen prodigios; que se reúnen con los reyes de la tierra y de todo el mundo, para reunirlos a la batalla en aquel gran día de Dios Todopoderoso" (Ap. 16:14).

4 El autor se refiere a los libros de Robson Pinheiro del espíritu Angelo Inácio, en particular Legião, Señores de las Tinieblas y La Marca de la Bestia, que componen la Trilogía O Reino das Sombras. Además de estos, El Fin de las Tinieblas, Los Nefilim, Los Guardianes, Los Inmortales, La Fiesta y El Golpe son algunos de los varios títulos en los que el tema mencionado está presente de forma destacada. Todos están editados por la Casa de los Espíritus.

5 Véase Lucas 11:17.

6 Véase Dan 10:21; Ap 12:7.

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