¿Ha oído hablar alguna vez de la Programación Neurolingüística? Más comúnmente conocida por sus siglas, PNL, este cuerpo de conocimientos tiene recursos increíbles para los terapeutas. Sin embargo, es posible que esté más familiarizado con su uso en coaching o como herramienta de influencia y persuasión. Es posible que ya haya visto la PNL relacionada con muchos tipos de trabajo diferentes.
Esto se debe a que la PNL nos ayuda esencialmente a comprender el proceso mental. A partir de esta comprensión, se pueden buscar múltiples resultados, dependiendo del objetivo del aplicador. Así pues, no se sorprenda si ve a profesionales que utilizan la PNL para enseñar inglés, dirigir equipos o incluso para curar un "antojo de chocolate". La Programación Neurolingüística es realmente versátil.
Pero entre todas sus aplicaciones, la terapia con PNL tiene un brillo especial. Recuerdo la primera vez que vi cómo se utilizaba la PNL para curar una fobia. Yo no era más que un alumno del curso de formación en PNL. Una de mis compañeras se ofreció voluntaria para la demostración: tenía fobia a las salamanquesas; sólo hablar de ellas le retorcía la cara de terror. El formador le dio media docena de instrucciones y, en menos de 5 minutos, la técnica estaba terminada. Mi colega parecía incluso confusa. Ya no tenía esa sensación de miedo paralizante, mientras pensaba que no podía ser tan sencillo. ¡Pero era realmente sencillo! Y es la sencillez lo que hace grande a la PNL.
Todo esto se debe a que la persona produce una limitación debido a la forma en que funciona su mente. En este sentido, lo que hace la PNL es utilizar las estrategias mentales de la persona para resolver el problema.
En primer lugar, ¿qué es la PNL?
La definición de PNL no es muy sencilla de hacer, precisamente por su multiplicidad de aplicaciones. Un buen primer paso puede ser entender los elementos que componen este acrónimo: "programación", "neuro-" y "lingüística". La unión de estas tres áreas forma un modelo para entender el proceso mental. Veamos la influencia de cada una:
- Programación: Es la parte de la PNL asociada a la teoría de sistemas, a la comprensión global y sistémica de los acontecimientos, así como a la formación de estructuras que funcionan como reglas, componiendo nuestra programación mental. Se refiere a las reglas internas que determinan cómo percibimos el mundo, nuestras acciones, estilos de relación, etc.
- Neuro: Se refiere a cómo nuestra neurología procesa la información y cómo funciona nuestro sistema perceptivo para aprehender y dar forma a la realidad. Además, se refiere a cómo el uso de nuestros sistemas perceptivos y neurológicos interfiere en la expresión de nosotros mismos.
- Lingüística: Aborda cómo se utiliza el lenguaje en nuestras representaciones y cómo podemos usarlo para comprender elementos enterrados en el inconsciente de alguien.
La PNL, por tanto, es un método para comprender los modelos mentales. La premisa básica consiste en que, a partir de la realidad, formamos representaciones. Así, la Programación Neurolingüística determina la comprensión del mundo a partir de nuestros sistemas neurológicos, es decir, la interpretación de la información a la luz de nuestra programación y la comunicación sobre esta representación, a partir de nuestro lenguaje. Esta relación de adquisición de información y formación de representaciones determinará cómo actuaremos en nuestros múltiples contextos. Así pues, el nombre PNL define un proceso dinámico a través del cual interactuamos con la realidad, formamos modelos mentales y nos comportamos.
La PNL nació de la terapia
Esta sistematización de los modelos mentales no surgió de la nada. Se basó en los conocimientos de la neurología, los sistemas de percepción, la lingüística, la comunicación, la sociología, la antropología, etc. La PNL extrajo recursos de la biología, las humanidades e incluso las matemáticas. Pero no todo el mundo sabe que la PNL nació de la observación de los terapeutas.
A finales de los años sesenta, Richard Bandler y John Grinder, matemático y lingüista respectivamente, unieron sus fuerzas para comprender cómo funciona la mente humana. Buscaron esta comprensión en los talleres de grandes terapeutas de la época, como Milton Erickson, Virginia Satir y Fritz Perls, entre otros grandes nombres.
Toda esta observación y este estudio culminaron en la estructuración de una metodología que permite describir cómo nuestra mente procesa la información. Aunque han intervenido muchas áreas, la cuna de la PNL se encuentra en el contexto terapéutico.
El magnetismo, la bioenergética, la hipnoterapia y la programación neurolingüística son ejemplos de prácticas terapéuticas integradoras.
Un "comodín" para el terapeuta
La PNL es una herramienta impresionante por su versatilidad. Puede añadirse a cualquier estilo terapéutico, y existen muchas posibilidades a la hora de considerar el uso de la PNL como técnica complementaria. Su forma de mapear el proceso mental ayuda al terapeuta a ser más asertivo, yendo directamente al foco del dolor de su cliente. Además de ayudar a comprender el problema, la Programación Neurolingüística ayuda a resolver el conflicto. Incluso cuando no es la técnica principal en el trabajo, dirige y ayuda.
Esta característica multifuncional de la PNL no significa que necesite de otras técnicas terapéuticas para funcionar. Los alumnos que se forman en PNL disponen de las herramientas necesarias para iniciar plenamente su labor como terapeutas. La PNL aporta un método de trabajo a sus estudiosos, al mismo tiempo que presenta una serie de técnicas para trabajar los conflictos, desde las más sencillas a las más complejas.
La Programación Neurolingüística, por tanto, permite a un profesional iniciar su trabajo y también puede fragmentarse, para ser utilizada por otros profesionales. Su aplicación abarca el trabajo terapéutico, además de servir como terapia complementaria en diversas áreas. Por lo tanto, así como sirve para aquellos que trabajan directamente con la mente de las personas, la PNL es un recurso terapéutico muy útil para los profesionales de la medicina, fisioterapeutas, dentistas, trabajadores sociales y logopedas, entre muchos otros que necesitan, de alguna manera, entender la forma integrativa individual.
¿Cualquiera puede aprender PNL?
Aprender PNL es posible para cualquiera que lo desee. Esta es una prerrogativa de uno de los co-creadores de la PNL, Richard Bandler. Y es que la Programación Neurolingüística es un recurso que debería formar parte de nuestra educación básica, es decir, todo el mundo debería saber cómo funciona esta técnica. De hecho, en algunos lugares como Holanda y Portugal, ¡este conocimiento forma parte de la educación escolar! Por lo tanto, no hay requisitos previos para aprender PNL; no es necesario tener estudios superiores ni ningún conocimiento previo.
Este es un aspecto que hace que la PNL sea aún más interesante. Es decir, se trata de un conocimiento de alto nivel, que alcanza grandes complejidades de nuestro proceso mental, pero al mismo tiempo, dicha técnica tiene una lógica que simplemente traduce el proceso mental y puede ser aprendida por cualquier persona.
Formación en PNL
Hay muchas maneras de aprender las prácticas y los supuestos de la PNL. Sin embargo, las mejores experiencias tienen lugar en la formación en PNL, que puede dividirse en tres niveles:
- Practicante de PNL: Aprendizaje de las filosofías de la PNL, las técnicas básicas y el funcionamiento general de nuestro proceso mental. El participante aprende a aplicar la PNL en múltiples contextos de la vida.
- Master en PNL: En esta formación se aborda el tema del modelado - modelado es el nombre que la PNL da a su método de mapeo. Se trata de utilizar los conocimientos adquiridos en Practitioner en PNL sistematizados para comprender los procesos mentales y las estrategias que cada uno tiene para realizar habilidades y formar conflictos. El participante concluye el curso dominando el método para comprender y sistematizar los modelos mentales.
- Formador de PNL: Formación para aquellos que quieren enseñar PNL. Implica una comprensión más profunda de la PNL, no sólo para enseñar el contenido, sino para guiar a los estudiantes a través de la transformación necesaria para comprender e implementar la PNL en la vida.
Para actuar como terapeuta, son muy útiles el Practitioner y el Master en PNL. También hay muchos cursos de aplicación de la PNL, es decir, clases dirigidas a un tema, con estrategias, técnicas y conocimientos de PNL formateados para un objetivo específico. Pueden ser una buena forma de adquirir conocimientos específicos o de tener un primer contacto con la Programación Neurolingüística.
La PNL es versátil
A la hora de poner en práctica la PNL, son posibles múltiples formatos. ¡La PNL es como "la ropa que va con todo"! Los profesionales que ya trabajan en una línea terapéutica suelen traer la PNL como terapia complementaria. Es un "comodín" terapéutico, como ya hemos comentado.
Por lo tanto, esta asociación de la PNL con otras líneas puede darse con mucha flexibilidad. El perfeccionismo de utilizar toda la metodología todo el tiempo no es necesario. Esto se debe a que la PNL puede utilizarse en su totalidad, en parte o sólo en algunos detalles. El terapeuta puede entonces utilizar una o algunas de las herramientas, o utilizar toda la caja de herramientas.
Algunos profesionales integran la PNL completamente en su línea de trabajo, mapeando métodos y técnicas que ya aplican en su rutina. Otros sólo utilizan esta metodología para entender el conflicto y, todavía, algunos utilizan sólo algunas de las técnicas para aumentar su rendimiento.
Por otro lado, algunos terapeutas utilizan la PNL como metodología integral en su trabajo, es decir, toda su atención se basa en la Programación Neurolingüística. Esta posibilidad también aporta excelentes resultados, ya que la PNL es suficiente como línea terapéutica. Su metodología y técnicas permiten la comprensión de modelos mentales y la resolución de importantes conflictos. Esto significa que el profesional que trabaja exclusivamente con PNL puede trabajar todo tipo de cuestiones terapéuticas.
Otro formato terapéutico posible es especializarse en una técnica y trabajar con clientes cuyos problemas estén a su alcance. También existe la posibilidad de trabajar con un solo tipo de conflicto, por ejemplo, la pérdida de peso. De este modo, el terapeuta determina las etapas del trabajo y elige los elementos de PNL que permitirán el éxito de las sesiones.
Cada vez más clientes prefieren la PNL
La terapia tiene varias ventajas. Sea cual sea la línea de enfoque, la introspección y la revisión de los propios procesos son extremadamente beneficiosas. En esta perspectiva, la PNL ha sido cada vez más solicitada, gracias a su rapidez, ya que va directamente al grano, centrándose en el objetivo del cliente. Esto se explica porque las técnicas terapéuticas analíticas buscan deconstruir el rompecabezas de la vida del cliente y armarlo de nuevo, encajando todas las piezas, mientras que la PNL busca encontrar la pieza específica que falta.
Existe una falacia en muchas áreas terapéuticas que dice que el cambio del cliente siempre se produce lentamente, y que los cambios en nuestros sistemas, creencias y comportamientos necesitan necesariamente tiempo para producirse. Los cambios pueden, sí, requerir tiempo, pero eso no es una ley. Al contrario, los resultados de la PNL tienden a ser rápidos. La mayoría de las veces, el cliente sale de la sesión considerablemente mejor de lo que estaba cuando entró.
La rapidez sólo es posible gracias a la asertividad de la PNL, ya que la atención se centra por completo en el objetivo del cliente, lo que hace que la Programación Neurolingüística sea "quirúrgica" en su ejecución. El practicante de PNL aprende a distinguir entre procesos relevantes y procesos irrelevantes, y esto acorta enormemente el tiempo de trabajo.
Además de todo esto, el método de la PNL permite una comprensión del proceso mental como ningún otro. Es como si accediéramos al código base del cliente, a la programación que subyace al conflicto, así como a sus recursos para resolver el problema. Una vez comprendido el proceso, las posibilidades de acertar en la resolución aumentan enormemente.
Todas estas razones son suficientes para que muchas personas elijan la PNL, pero además tiene otra gran ventaja: el proceso no depende del contenido. Esto significa que el cliente no tiene que contar cada detalle sobre sí mismo; es posible trabajar con traumas sin tener que revelar los detalles de lo sucedido. Por lo tanto, como muchas personas dejan de buscar un terapeuta por miedo a tener que contar las historias de su pasado, la terapia con PNL se presenta como un recurso muy importante en este tipo de cuestiones.
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Un servicio diferente
La PNL, por naturaleza, es muy irreverente. Su enfoque del conflicto de la persona suele ser innovador para el cliente. Preguntas como las que se describen a continuación son habituales en la sesión:
"¿Cómo te las arreglas para tener este conflicto?";
"¿Cuál es el problema de tener este problema?";
"¿Qué importancia tiene cambiar esto?".
Este tipo de preguntas sencillas suelen llevar al cliente a reflexionar sobre su problema principal de una forma que nunca antes había imaginado.
Por encima de todo, la PNL respeta mucho los procesos mentales de las personas. Algunos supuestos lo determinan, empezando por la idea de que el proceso mental es sabio y entiende muy bien lo que hace. Así, cuando una persona tiene un conflicto y le resulta difícil conseguir lo que quiere, esto sucede porque interrumpe su proceso natural. Para que ocurra algo así, la persona debe haber tenido que adaptarse a algún contexto muy difícil. Por lo tanto, el conflicto siempre es el resultado de un intento de regular el sistema del individuo. Corresponde al terapeuta revelar este proceso.
Aunque la Programación Neurolingüística tiene toda esta reverencia por el proceso del cliente, también desmitifica la gravedad del conflicto. Esto se debe a que el problema suele tratarse como algo muy serio y pesado. La PNL, entonces, tiene una manera de mostrar que toda esta gravedad no es necesaria, como dijo Carlos Drummond de Andrade en el poema: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional". Así, es muy común que la risa esté tan presente como las lágrimas durante las sesiones de PNL.
Qué resultados esperar
Normalmente, la PNL resolverá sus problemas en un máximo de 10 sesiones. Es decir, difícilmente un cliente abandona una sesión sin haber experimentado al menos una pequeña mejora. Incluso cuando el cambio se produce sólo en la comprensión de uno mismo, o en el alivio de hablar de su problema sin críticas ni acusaciones, la persona siempre sale con más recursos que cuando entró. Por lo tanto, la PNL es un excelente impulsor de los resultados de los clientes.
"Tus problemas son imaginarios; las soluciones también deberían serlo". Esta icónica frase de Richard Bandler, cocreador de la PNL, es muy esclarecedora sobre cómo funciona esta técnica. Se explica porque las personas construyen problemas en sus representaciones mentales. Como ejemplo, esta construcción puede hacerse en una casa de paja o en una de ladrillo. Independientemente de la complejidad del conflicto, no es más que una representación.
En este sentido, los resultados de la PNL se producen a partir de cambios en esta representación. Por lo tanto, el terapeuta que aplica la PNL puede esperar cambios rápidos y notables. Puede probarlo ahora:
- Piensa en una escena desagradable de tu pasado. Le recomiendo que no sea un trauma, un recuerdo horrible. Seleccione un recuerdo de algo inconveniente, una molestia, etc.
- Al recordar, se espera que produzcas una imagen. Mira esa imagen. Debe ser incómodo.
- Ahora vamos a hacer algunos cambios en esta escena. Prueba cada una de las siguientes variaciones. Si algo va mal, vuelve a la configuración inicial.
- Cambia la distancia: aleja esta escena de ti, lánzala lejos; comprueba si hay alivio al hacer esto;
- Cambia de lugar: coloca la imagen detrás de ti, a la izquierda, a la derecha, delante. Piensa en colocarla en el pasado y luego déjala en el lugar más cómodo;
- Cambia el punto de vista: si estás viendo la escena desde dentro, sácala fuera. Mírala como si estuvieras en el cine y la escena apareciera en la pantalla;
- Cambia el color: prueba a dejar la imagen en blanco y negro;
- Añade una banda sonora: pon música de fondo. Puedes elegir la música que más te guste, para que la imagen resulte más confortable, pero prueba también a poner música de circo de fondo.
- Comprueba cómo te sientes ahora con esta imagen.
Cambiar estos elementos suele dar al menos un poco de alivio. ¡Vea lo asombroso que es esto! Estamos haciendo un cambio en su representación, un cambio que es perceptible y replicable en otras memorias, incluso en otras personas. Yo, que escribo, no sé cuál es su representación, ni sé nada de usted. Incluso con todos estos obstáculos, ¡todavía es posible producir un cambio!
La PNL sistematizó el proceso mental y, con ello, hizo posible acceder a las representaciones humanas. La verdad es que podemos ejecutar procesos muy complejos, pero nuestro cerebro es muy simple. Realiza cambios fácilmente cuando podemos utilizar la lógica que le es inherente. En este sentido, se refuerza que la PNL no es magia: sólo sabe lo sencilla que puede ser la resolución de conflictos.
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Kátia Lima es formadora en PNL desde hace más de 15 años, trabaja impartiendo cursos y asistiendo a personas. Licenciada en Veterinaria, utiliza los conocimientos que posee en estas diversas áreas para ayudar a las personas a ver el mundo de forma diferente. Cree que las personas tienen todos los recursos que necesitan para alcanzar sus objetivos, sólo hay que ayudarles a encontrar el camino.
El magnetismo, la bioenergética, la hipnoterapia y la programación neurolingüística son ejemplos de prácticas terapéuticas integradoras.